La alfalfa es bien conocida por su riqueza en proteínas, por sus virtudes agronómicas y ecológicas. Así, la alfalfa se presenta sin duda, como embajadora de una agricultura sostenible y productiva. Por si esto fuera poco, este cultivo asegura una producción de forraje durante unos 3 a 5 años, con autonomía para la adquisición del nitrógeno durante el cultivo gracias a su simbiosis con rizobios específicos, siempre y cuando se realice un buen manejo del cultivo.
La producción de alfalfa en nuestro país da sustento a las demandas del ganado nacional. Incluso, el excedente se exporta a Estados Unidos en un 90% y a Emiratos Árabes U(nidos el 10% restante, según fuentes de Inforural. Desde hace muchos años las variedades mas utilizadas han sido la alfalfa española: Victoria y Aragón, aunque de unos años a la fecha las variedades mexicanas como Atlixqueña o San Miguelito han aumentado su popularidad.
El mayor reto en la producción de alfalfa, es el rendimiento, normalmente bajo y el alto consumo de agua. En cuanto al rendimiento, en Casa Cobo nos comprometemos a ofrecerte una semilla de alta calidad, mejorando su rendimiento. Respecto al riego, para tener un mayor aprovechamiento del agua es necesario invertir en un sistema de riego por goteo o subterráneo, en lugar del riego por gravedad.
Es importante recordar que la alfalfa puede ser sembrada en cualquier época del año, pero es recomendable establecerla en el otoño e invierno, es decir, del 15 de octubre al 15 de febrero. En este período los problemas por maleza se reducen, debido a la presencia de temperaturas bajas y es más fácil evitar las plagas.
En la etapa de emergencia, la alfalfa es muy tolerante a las bajas temperaturas, siempre y cuando exista suficiente humedad en el suelo.
Método de siembra.
Si se dispone de riego rodado y el cultivo será utilizado para corte, se recomienda realizar la siembra con sembradora de granos pequeños “Brillon” bajo el siguiente procedimiento:
1.- Surcar. Así se consigue una distribución uniforme del agua de riego y se facilita la cosecha.
2.- Sembrar. Con la utilización de este tipo de sembradora la distribución de la semilla y su profundidad es uniforme, lo cual favorece la emergencia de la planta.
3.- Pisonear surcos. Inmediatamente después de sembrar o simultáneamente con la siembra se recomienda pisonear los caños de los surcos con un paso del rodado del tractor, con la finalidad de “marcar” bien los surcos y evitar problemas en la conducción del agua de riego.
Si la alfalfa va ser utilizada para pastoreo directo, o bien, para corte manual con guadaña, se recomienda que se establezca en melgas, sembrada al voleo o con sembradora de granos pequeños. Las melgas ayudan a economizar agua en el riego; sin embargo, dificultan la cosecha mecánica.
Cuando se dispone de un sistema de riego por aspersión, se recomienda sembrar al voleo o con sembradora de granos pequeños, como la del tipo “Brillon”, sin importar el uso del alfalfar, ya sea para corte o pastoreo directo.
Densidad de siembra: Cuando el terreno está bien preparado, se requieren de 35 a 40 kilogramos de semilla por hectárea. La densidad inicial de plantas de alfalfa depende de la proporción de semilla viable y tiene efecto a largo plazo sobre la vida productiva del cultivo. Por eso en Casa Cobo nos aseguramos de ofrecer una semilla de calidad. Cabe señalar que si se usa una cantidad de semilla mayor a la recomendada no se aumentan los rendimientos por hectárea, pero si se elevan los costos de establecimiento del cultivo.
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