Los factores del cambio climático que afectan significativamente la producción de forrajes en el país son el aumento de la temperatura y la escasez de agua.
En cuanto al aumento de temperatura, los datos no son nada esperanzadores, pues según afirma Jorge Zavala Hidalgo, coordinador general del Servicio Meteorológico Nacional (SMN): “La temperatura en México ha aumentado 1.4 grados, con respecto al período de referencia 1981-2010, y en ese mismo periodo, el planeta aumentó 0.98 grados, es decir, la temperatura en el territorio nacional ha venido aumentando más rápido que en el resto del planeta”, indicó.
Si hablamos de escasez de agua, en el mapa, proporcionado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se muestra las zonas de sequía en México. Actualmente las zonas más afectadas están en el NorOeste, sin embargo ninguna zona está exenta de sufrir las consecuencias del Calentamiento Global.
En cualquiera de los dos casos, ya sea estrés por altas temperaturas o por falta de agua, los rendimientos de materia seca en los forrajes se reducen seriamente. Además, las altas temperaturas también influyen en la calidad de los forrajes.
Con este panorama, parece urgente buscar una alternativa para ciertos cultivos forrajeros, ¿cuáles son esas alternativas?
En un articulo de 2016 se habla del cultivo de girasol con sorgo como una alternativa rentable para las ganaderías de vacuno de leche. Ya que esta mezcla resiste bien la sequía, se comentaba que trabajando con 5 kilogramos de este silo de sorgo y girasol por vaca y día, y combinándolo con silo de maíz, no se nota diferencia en las calidades de grasa y de proteína de la leche y sí hay una importante reducción de costes de alimentación.
Otra alternativa es la soya asociada con maíz para mejorar la composición nutritiva del forraje y la canola como un cultivo que utiliza menos agua que la avena, pero que produce un forraje con alto valor nutritivo, estas son las especies más sobresalientes. Estos cultivos también han demostrado capacidad para incrementar la productividad del agua anualmente cuando se incluyen en los patrones de cultivos tradicionales como maíz y avena.
Recientemente, se plantea otra alternativa para la alimentación de ganado en época de sequía, el uso de calabaza chihua. Según investigaciones realizadas por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Agricultura) indicaron que la implementación del residuo calabaza chihua para la alimentación del ganado es una opción viable durante la temporada de sequía, ya que tiene un contenido alto en fibra.
Los trabajos realizados a través del Colegio de Postgraduados en Ciencias Agrícolas (Colpos) indicaron que la principal ventaja de este cultivo, es que puede perdurar durante tiempos prolongados a través del ensilaje y otros procesos de conservación.
Los especialistas indicaron que una vez que se da a las reses para su consumo, es asimilado de forma parecida al maíz, por lo que no afecta negativamente la productividad en bovinos de doble propósito, manteniendo incluso la calidad de la leche. Lo que falta analizar es su rentabilidad.
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