Cómo controlar el pulgón en sandía con costo cero
Hay mucha literatura sobre asociación entre cultivos, de reservorios para fauna auxiliar, de bandas florales y sus potenciales beneficios para nuestros ecosistemas productivos. El intercropping floral es una nueva visión basada en intercalar plantas florales dentro de nuestros cultivos de una manera diferente, sincronizando todo el proceso para potenciar la fauna auxiliar y crear equilibrios contra posibles plagas.
La empresa española Verdcamp Fruits, ha puesto en marcha esta técnica con mucho éxito.
Verdcamp Fruits produce una gran variedad de productos hortofrutícolas que cultivan desde un punto de vista cada vez más medioambiental. “Nuestros productos deben ser sanos, gustosos, saludables y sostenibles”, explica Ernest. Al producir de una manera más respetuosa y con menor impacto aseguran un producto de lo más natural y espacios más sanos. Es todo un reto al que le ponen empeño diario. “Podemos producir de una manera mucho más sostenible. ¿Es más complejo? Sí, pero también es una oportunidad para darle la vuelta y producir de la mano de la naturaleza en contra de cómo se hace en la agricultura habitual”, comenta. Actualmente disponen de más de 300 hectáreas de cultivos que tratan desde una visión holística y circular, sin dejar la calidad de lado.
Verdcamp Fruits explican su experiencia aplicando el intercropping floral
"Todo empezó en 2014 con el cultivo de sandía cuando no controlábamos el pulgón y los tratamientos que hacíamos de manera insistente e intensificada perjudicaban a las abejas y polinizadores salvajes que debían polinizar este cultivo. El momento clave en el cultivo de sandía es precisamente el cuajado, y eso va a determinar la producción potencial y la calidad de nuestra fruta. Hacer tratamientos y perjudicar a las abejas es perjudicar la producción potencial.
Buscamos una solución fácil y eficiente, que nos permitiera poder controlar el pulgón sin tener que aplicar fitosanitarios. Trabajamos con la idea de crear un ambiente favorable para la instalación de la fauna auxiliar autóctona, y así poder de algún modo equilibrar el sistema. Y es que observamos algunos casos de focos de pulgón que, de manera casual, tenían cierta presencia de fauna auxiliar y el control era bueno. Pero ese equilibrio llegaba tarde.
Mucha fauna auxiliar autóctona de la zona que nos puede ayudar en el control de pulgón es polífaga, y en cierta forma se puede alimentar de polen mientras no haya suficiente plaga. Por eso decidimos poner plantas florales en nuestros cultivos, para intentar fomentar y crear un hábitat favorable para su alimentación y refugio.
27 plantas florales que podían funcionar
Hicimos un sondeo y realizamos una lista de 27 plantas florales que podían funcionar. Entre ellas habían Borago officinalis, Fagopyrum sculetum, Calendula officinalis, Vicia sativa, Achillea millefolium, Lobularia maritima, etc. Las sembramos en zonas no productivas, cerca de la sandía y realizamos el estudio mirando 5 puntos clave:
1. La flor de la planta refugio no debía generar competencia a la flor de la sandía ya que las abejas son muy selectivas. 2. Que realmente apareciera la fauna auxiliar que necesitábamos en ellas. 3. Que su floración y la presencia de la fauna auxiliar se sincronizaran con el cultivo y su momento de necesidad. 4. Que no tuvieran una auto siembra potente para no generar un comportamiento invasor en nuestras fincas y futuros cultivos. 5. Que no fueran sensibles a enfermedades y virus que pudieran afectar a nuestros cultivos.
En este estudio encontramos tres posibles candidatas pero el gran problema es que la siembra de estas, la preparación y conservación de las zonas que iban destinadas a su siembra representaba para nosotros un coste muy elevado. Las bandas florales siempre se ven desde una perspectiva perimetral o lineal y eso era un gran problema a nivel de costes de instalación y mantenimiento.
En muchos casos, debíamos sembrar antes o después de la implantación del cultivo para sincronizar la floración con el momento previsto de inicio de plaga. Era demasiado complicado. Entonces entendimos que debíamos hacer algo diferente: SINCRONIZAR TODO EL PROCESO, es la clave de esta técnica. En lugar de sembrar y gastar muchísima semilla, hacerlo en trasplante.
Probamos con Lobularia Maritima porque su floración es muy precoz y longeva. También observamos en el estudio previo que no tenía muchas visitas de polinizadores pero sí tenía gran actividad de míridos, coccinélidos y sírfidos. Eso nos permitía poder trasplantar las plantas florales conjuntamente con la planta de sandía y a su vez poderlas intercalar o distribuir de la manera que quisiéramos, sin perder espacio productivo y aprovechando las instalaciones de riego del mismo cultivo sincronizando. En definitiva, simplificando todo el proceso.
Solo 600 plantas por hectárea de Lobularia pueden crear una bonita estampa florida. Al repartilas por todo el campo, aseguramos que su influencia sea homogénea, y pueda crear un ambiente favorable para fauna auxiliar con un reparto equitativo.
El costo de todo el proceso se disminuye de un modo drástico: hay miles de semillas en un kg de Lobularia y su precio no es muy elevado. Y realizamos el plantel de Lobularia como si fuera una lechuga. Con este método, su incorporación se realiza al mismo tiempo que el cultivo bajando muchísimo los costos.
Mantenimiento cero
Y su mantenimiento es 0. Es decir, con menos de 400 pesos podemos hacerlo. ¡Y lo mejor está por llegar!
Con un reparto equitativo de reservorio, la presencia de fauna auxiliar también lo es. Todas las visitas que hemos recibido en nuestros campos nos han transmitido el mismo mensaje: ¡Nunca había visto tanta fauna auxiliar!
No vamos a estar a 0 de pulgón hasta que realmente no entremos en meses de mucho calor, pero sí que conseguiremos que estos focos no avancen. No se trata de erradicar la plaga, simplemente de crear equilibrio. En el 95% del cultivo no hemos realizado ningún tratamiento contra pulgón. El otro 5%, algún tratamiento autorizado en ecológico en el foco cuando vemos que aún no existe equilibrio.
Lo más increíble es que la flor de sandía se abre a primera hora del día y se cierra en torno a media tarde. A partir de ese momento las abejas empiezan a visitar la Lobularia y se crea una simbiosis en el sistema. Cuanto más “alimento” tienen las abejas, más cría realizan, cuanto más cría más necesidad de polen y más y mejor polinizan nuestras sandías. De esta forma, nuestras producciones de sandía han mejorado en muchos casos, siendo para nosotros un gran avance.
Uso de cempasuchil en intercropping
En la actualidad, estudiamos nuevos intercroppings, y las posibilidades son muchas. Debemos valorar que queremos potenciar. La Lobularia maritima es una planta perfecta para hacer intercropping floral en muchos de nuestros cultivos hortícolas, por ser una planta poco exigente y gran amplitud de estación floral. Ejemplo es el intercropping de pimiento y Lobularia para control de Thrips ya que fomenta la aparición de Orius y algunos depredadores menos conocidos como los Aeolothrips. Otro ejemplo es el intercropping de Tagettes patula con coliflores, Cucurbitáceas y rúcula y un largo etc. A parte esto nos ha llevado a tener mucha concienciación hacia las abejas de miel y polinizadores salvajes donde estamos desarrollando hábitats favorables para potenciarlos, un tema que bien merece otro artículo.
Referencias: • Alomar O, Albajes R. 2005. Control biológico de plagas: biodiversidad funcional y gestión del agroecosistema. Biojournal.net, no1. • Porcuna Jl.2001. Control de plagas y enfermedades. El punto de vista agroecológico. En: Agroecología y Desarrollo.Indicadores de Sustentabilidad para la Europa Mediterránea. UEX-Mundi Prensa. • Altieri MA, Nicholls CI. 2007. Biodiversidad y manejo de plagas en agroecosistemas. Barcelona. Icaria Editorial, Perspectivas Agroecológicas.
- Artículo original: Revista Ae Divulgación Agroecológica: https://revista-ae.es/intercropping-floral-verdcamp-fruits/
Comentarios