En los últimos años se ha popularizado el consumo de germinados, hoy en día es muy común encontrarlos en los supermercados. Los más populares son los germinados de alfalfa, sin embargo existe una gran variedad de ellos, se pueden germinar semillas de hortaliza, legumbres y cereales. En Casa Cobo disponemos de semillas sin tratamiento con las que puedes elaborar tus germinados. Sea de la semilla que sea los germinados son ricos en vitaminas y antioxidantes, es por eso por lo que se les considera super alimentos.
¿Qué ocurre en la semilla cuando germina?
Al remojar la semilla, esta se hincha y la cáscara se rompe. Las enzimas se activan gracias al agua y al oxígeno. Para que la semilla germine, se mantienen altos niveles de humedad y una temperatura templada. A los pocos días los brotes se van alzando hacia la luz en un proceso de intensa labor metabólica que transforma y aumenta los nutrientes para que la planta pueda crecer, es por esto que los germinados son tan ricos en nutrientes.
¿Qué beneficios tienen los germinados?
Regulan la flora intestinal y son ricos en fibra, así que ayudan a regular el tránsito intestinal.
También contienen potasio, ayuda a una buena circulación, regulando la presión arterial, incluso podría prevenir enfermedades reumáticas o artritis.
Contienen fitoestrógenos y pueden tener gran actividad hormonal estrogénica con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, reducen el colesterol y estimulan el sistema inmunológico.
Aumentan la absorción del hierro por ser ricos en vitamina C lo que ayuda a combatir la anemia.
Contienen altos niveles de vitamina B2, esta vitamina se encuentra en los alimentos germinados lo que ayuda a prevenir la migraña y mantener una salud ocular sana, además de controlar el estrés, el insomnio y la ansiedad.
Durante la etapa de germinación de estas plantas, los minerales se juntan con las proteínas y facilitan su asimilación. Ayudan a asimilar el magnesio y el calcio.
Los germinados son alimentos alcalinos, de mucha importancia para evitar el desarrollo de enfermedades en medios ácidos como es el cáncer.
Los alimentos germinados son depuradores del organismo, lo que incentiva la producción de leche materna y regula el sistema endocrino.
Los brotes de semillas contienen hasta 80 veces más enzimas que las frutas y otros vegetales lo que facilitan la asimilación de minerales y vitaminas.
Tienen un alta contenido proteico lo que los hace una excelente alternativa a las proteínas animales ideal para una dieta vegetariana.
Como ya mencionamos antes podemos germinar variedad de semillas, aquí te dejamos algunos ejemplos:
Semillas y hortalizas: fenogreco, rábano, betabel, cebolla, puerro, girasol, calabaza, mostaza, sésamo, puerro, alfalfa... El remojo ha de ser suave para que no se enmohezcan y se pudran.
Cereales: trigo, avena, trigo sarraceno, cebada, mijo y arroz. Necesitan algo más de remojo, salvo la avena.
Legumbres: lentejas, frijol mungo, soya, garbanzos, Son más duras, por lo que el remojo ha de ser mucho más largo. Conviene escaldarlas ligeramente tras la germinación.
¡CUIDADO con germinar semillas de plantas solanáceas como los pimientos, papas o los jitomates, pues son tóxicas!
¿Cómo germinar las semillas?
La germinación de semillas es relativamente sencilla. Solo necesitas:
1. Una charola para germinar o frasco, puedes utilizar cualquiera aunque yo te recomiendo usar la charola especial para germinar, la puedes comprar en Amazon.
2. Semillas sin tratamiento.
3. Agua.
Instrucciones:
Lava las semillas.
Remoja las semillas unas horas, las semillas más grandes necesitarán más tiempo y las chiquitas no lo necesitarán.
Rellena la charola con agua.
Coloca las semillas arriba de la rejilla.
Déjalas que crezcan, pasados unos 5 o 6 días o cuando cuando tus brotes alcancen unos 5cm de alto sácalos de la charola y consúmelos como más te gusten.
Guarda el pin de Pinterest para tenerlo siempre a mano.
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