Cada vez más se oye hablar de productos orgánicos y de agricultura ecológica. En el post anterior hablamos de qué es la agricultura ecológica y cómo conseguir la certificación. Pero es este tipo de agricultura una moda o es una realidad futura en el campo mexicano.
Según la FAO (Food and Agricultural Organization), la agricultura orgánica es un sistema de producción que trata de utilizar al máximo los recursos de la finca, dándole énfasis a la fertilidad del suelo y la actividad biológica y al mismo tiempo, minimizar el uso de los recursos no renovables y no utilizar fertilizantes y plaguicidas sintéticos para proteger el medio ambiente y la salud humana.
Este tipo de agricultura también es conocida como ecológica o biológica y se basa en cuatro principios que rigen este tipo de agricultura: salud, ecología, equidad y precaución. Básicamente se trata de volver a las raíces asociando y rotando cultivos. Y al mismo tiempo autoabastecerse de insumos y fertilizantes naturales, para producir alimentos saludables y sustentables. Este tipo de agricultura llegó desde Inglaterra a México en los años sesenta, gracias a la demanda de ciertos productos orgánicos por parte de empresas extrajeras.
MÉXICO ES CUARTO PRODUCTOR MUNDIAL
Actualmente, México es el cuarto productor de alimentos orgánicos a nivel mundial, con una superficie destinada a aproximadamente un millón de hectáreas y pasando en cuatro años de quinientos mil a un millón de hectáreas sembradas a nivel nacional, consiguiendo exportar casi mil ochocientos millones de dólares de estos insumos y la creación de 877 mil empleos.
Sin embargo, el 85% de la producción orgánica mexicana se exporta a Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Canadá, Italia, Suiza y Japón. Siendo los productos orgánicos mexicanos exportados: café, aguacate, miel, cacao, mango, uva y hortalizas en general y los principales estados que han aumentado la superficie para la producción de Orgánicos son Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Querétaro, Puebla y Veracruz.
En 2020 México cuenta con más de 170 000 productores orgánicos certificados, de los cuales el 80% tienen origen indígena de hasta 22 etnias distintas, para ellos la agricultura orgánica es una forma de vida, un sistema de producción de alimentos sanos basados en la agricultura ancestral y la fertilidad natural del suelo. La meta según ha comunicado SAGARPA es que haya 400.000 productores orgánicos certificados en los próximos 6 años. Pero el reto, no termina aquí ya que como sabemos, el precio de los denominados productos orgánicos no está al alcance de todos.
Los organismos oficiales justifican el alto precio de este productos debido al encarecimiento de los procesos de recolección, transporte y almacenaje, al tratarse de cantidades no muy elevadas. Esto como consecuencia de la pequeña demanda de estos productos. El reto aquí consiste en aumentar la demanda, aumentar la producción disminuyendo su coste y por tanto el precio de consumo. Este es sin duda el mayor de los retos para los próximos años.
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